sábado, 26 de septiembre de 2009

Besitos con algo más que lengua...



Dicen las malas lenguas (o pésimas lenguas, para contextualizarnos ya con la historia) que el mito es el siguiente...

Una chilena está de intercambio en Alemania, o en Australia, o España, según la versión que se quiera contar (es la gracia de los mitos...) feliz de la vida. En una noche de lujuria y desenfreno al más puro estilo Naked Wild On, la chica se agarra a un alemán (o australiano, o español...) un poco mayor y se lo poncea como sólo en chile se sabe ponciar.
Cuando termina la fiesta, el vejete la invita a su departamento (de caballero queremos creer nosotros), pero ella, nadie sabe porque chucha, recupera la cordura y prefiere volver a su casa. A los pocos días, la estudiante chilensis amanece con muchas erupciones en su boca (algo así como fuegos). Asustada, concurre al dermatólogo (en casi todos los mitos aparece un doc jaja), quien le diagnostica un extraño mal de herpes que se contagiaba sólo a través de los muertos. O sea que el alemanote (o australianote, o españalazo) era en realidad necrofílico (partiste a wikipedia si no sabi lo que significa...).
Con el tiempo, la chica se enteró por las páginas policiales que su besuqueador era en realidad un psicópata que llevaba señoritas a su departamento, las mataba y luego procedía a quererlas mucho-mucho.

¿Lo habías escuchado? ¿verdad o mula? opina!

viernes, 25 de septiembre de 2009

Boa golosaaaaaa

Cuenta la leyenda... que una universitaria tenía una boa como mascota (lo que ya nos parece anormal); la serpiente vivía en un terrario, en la pieza de la señorita en cuestión, y comía ratones de laboratorio (cuica ma' encima). Un buen día, la boa dejó de comer. Pasaron varias semanas de ayuno, y los canapés de ratón (de laboratorio, un lujo) se acumulaban en el terrario.
Una mañana la chica despertó y sintió un extraño bulto a su lado, en la cama. Era la boa, que estaba completamente estirada.
Extrañada por este comportamiento, la chica llevó a su animalito al veterinario (también de laboratorio). Y la sorpresita fue mayúscula. El Doc le dijo que había tenido mucha suerte: que de haber despertado unos minutillos más tarde, la que estaría tiesa sería ella (muerta, pa los poco vivos).
¿Por qué? La boa había dejado de comer para hacer espacio en su estómago y la estaba midiendo para comérsela...

¿Lo habías escuchado? ¿verdad o mula? opina.